Muchos entrenamientos, muchas horas y el momento para mi primera ultra había llegado. El reloj marcaba las 5 y media de la mañana y ya los nervios casi no me dejaban respirar. A casi 85km de la meta, solo me venían pensamientos como ; ''¿ seré capaz de terminarla?''. Fran junco, mi profe y mi mentor para esta carrera, me daba ánimos y los últimos consejos para afrontar la carrera.El reloj marcó las seis, y con ello se dió la salida. Nada más comenzar perdí de vista a fran pensando que no lo vería ya hasta la meta. El ritmo después de la salida era muy bueno, me encontraba muy agusto. Observaba la fila de leds rojos y frontales ante mi que ascendían en la primera gran subida.
Tuve miedo en cuanto al primer tramo, pues no lo había entrenado y había que añadir que era un tramo nocturno pero, aun así me acople a varios corredores y encontré la forma más cómoda de ascender. Unos 20 minutos después de comenzar los nervios me pasaron factura y tuve que vomitar y pararme en plena subida. Un corredor que me adelanto me dijo que me retirara que hasta la presa de las niñas quedaba mucha distancia pero, mi cabeza y mi cuerpo me decía que no, que siguiera adelante. Así fue, continué siguiendo mis instintos acoplandome a cristina mientras seguiamos subiendo. Cuando terminó la primera subida me llevé una gran sorpresa para mi visión, a un lado la luna llena, y al otro el amanecer, fue increíble.
Tras la pesada y fria subida, llegamos a la montaña de Tauro para comenzar el descenso hacia el km 20 (La presa de las niñas). Me encontraba muy bien con muchas ganas muy animado y, con mucha fuerza mental. El sol salia y yo ya llegaba a la presa de las niñas , el primer avituallamiento. En las niñas mi animo aumentó mucho más cuando me encontré con Fran que se había caído, y no por su caída sino por que no pensaba verlo en ningún momento más de la carrera. Una vez juntos partimos hacia el mortal aserrador, donde se decidía gran parte de la carrera. Mi compañero Fran se me quedaba atrás debido a su excesivo entrenamiento y su desgaste del aserrador aunque, iba muy fuerte tuve que dejarlo atrás. La cabeza me daba mucha fuerza, visualizaba solo la llegada a la meta en las palmas.
Conseguido el aserrador llegaba la subida al roque nublo y luego al pico de las nieves, el punto más alto de la isla. Fue en este lugar donde conocí a un acompañante de las próximas horas , Antonio Quesada. Superado el roque nublo comenzó la subida al pico de las nieves. Resagado por mi primer bajón debido al cansancio se unieron a mi victor el malagon, y javi vazquez . En la ultima subida hacia el pico se observaba a gente desde arriba animando para llegar al km 39.
Modesto era uno de ellos que nos gritaba y nos daba aliento para llegar al tercer avituallamiento antes de la bajada hacia las palmas. Una vez recargado en el avituallamiento de el pico de las nieves y comer un poco me puse en ruta nuevamente , justo en ese instante llegaba fran al avituallamiento. después de picarlo un poco seguí dirección caldera de los marteles.
El cansancio ya me podía poco a poco pero ya veía las palmas a lo lejos. cada vez las piernas me pesaban más y más. La bajada a la caldera de los marteles se hizo muy dura por una pista de al menos 2km mientras veía como múltiples corredores se encaminaban por el camino viejo que la organización no dejo hacer, muchos lo hicieron cortando algo de camino. Ya con victor el malagon y Antonio, nos encaminamos hacia la entrada a la caldera para volver a subirla. Fue en este punto donde tuve que pararme a quitarme todo el picón que llevaba en las kabracan molestandome. La bajada hacia Tenteniguada fue muy rapida, deseaba llegar allí donde me esperaba mi primo y un amigo (tomas). Era ya las 4 de la tarde, y el verles a ellos me dió mucha fuerza, iba muy cansado y pensando que no podria llegar a la meta . La cabeza me atacaba, pero podría con esa.
Unas risas en Tenteniguada y seguí adelante. En la subida de valsequillo ( la de la carrera de martel) me tomé un gel y victor el malagon me dió animos pues quería abandonar en santa brígida.Ya bajando a santa brigida el cuerpo y la cabeza me dieron un cambio, empece a ir bastante rápido y con muchas fuerzas que sacaba no se ni de donde, consiguiendo adelantar a muchos corredores. Ya en el guiniguada el ritmo fue distinto solo me quedaban 15km hasta la meta. La lluvia complico un poco el correr por el guiniguada , pero no pare. Amtonio quesada y yo ya íbamos solos ya que tuve que dejar al malagon en santa brigida. Antonio que no queria llegar a las 16 horas de carrera apretó mucho más, mientras yo seguía a mi ritmo. Tras una hora corriendo por dentro del barranco y ya de noche nuevamente, llegué al ultimo avituallamiento en el teatro perez galdos en las palmas. ya solo me quedaba la avenida marítima hasta santa catalina donde se situaba la meta.
Modesto estaba allí de nuevo en bici dando ánimos, y la verdad que me los dió. Fué sin duda la parte más dura de la carrera la parte de la avenida, pero la meta ya cada vez estaba más cerca. Pasado las alcaravaneras ya se oía la música de santa catalina los nervios se apoderaban de mí, no me lo creía estaba llegando. Desde que vi la meta afloje el ritmo ya que al ponerme nervioso vomito con facilidad. Mi familia y muchos amigos que fueron a recibirme me gritaban para darme el último empujón. Casi me desmorono. Mi hermano se acerco a mi y entro en la meta conmigo marcando 16 horas 10 minutos de carrera. Las lagrimas se me caian solas por los ojos, no podía evitarlo jamas pensé hacer una carrera como esta, y allí estaba yo acabándola.
