sábado, 18 de diciembre de 2010

CIRCULAR DE TEJEDA 2010 29 mayo

foto: Alberto. R Cardona
foto: bichillorunner
Buff no se ni por donde comenzarquizás desde el principio. Bueno tras mi primera carrera la K42 siendo mi primera maratón de montaña de 44km decidí continuar en este deporte en la circular de Tejeda de 37,5km.
Sin duda alguna, podría poner muchos adjetivos a esta carrera que para mi fue un punto de inflexión en la visión de las carreras de montaña.
Eran las 7 y media de la mañana y ya llegaban la mayoría de los participantes a Tejeda, los nervios nuevamente me machacaban, la noche anterior no descanse nada bien debido a ellos. Después del briefing por parte de la organización y el aviso de una alta tasa de posibilidad de calor durante la carrera, aunque en ese instante el frio nos acompañaba. 
Comenzó la cuenta atrás hasta llegar a cero, y empezó otra nueva aventura, que aunque me costó aprendí mucho de ella. Esta vez no tenía la compañía de mi compañero y primo, pero pude afrontarla por mi cuenta. Una vez se dio la salida pasaron unos 500 metros y comenzó la gran subida hacia la altura de la cruz de Tejeda. El ritmo era bueno, el aire empezaba a soplar con rachas muy fuertes y el cuerpo comenzaba a coger el ritmo de subida.Tras casi un kilometro de subida, mi estomago empezó a fallarme y tuve que vomitar por que no podía más, no llevaba ni 10 minutos del inicio de la carrera y verme en aquella situación fue un poco desmotivadora.Aun así decidí continuar, acoplándome a una compañera que consiguió el primer puesto entre las mujeres. Me llevaba a un gran ritmo y mi cuerpo comenzó a responderme después de aquel pequeño desfallecimiento. La niebla empezó a cubrir varios tramos acompañada de la lluvia horizontal. Después de la gran primera subida llegó la parte de llanear y sobre todo correr. Un corredor que iba a dos puestos delante de mi se cayo y se partió el dedo de una mano, nunca había estado en una situación así y la verdad que me asuste un poco. La carrera estaba ya lanzada tras pasar el primer avituallamiento al cual llegué en 22 minutos, y el sol empezaba a mostrarse en la bajada hacia la culata. Seguía manteniendo fuerzas en la bajada a la culata, me sentía muy bien, pero nada más terminarla comenzó otra subida hacia la cruz de Timagada, y el calor ya empezaba a hacer mucho daño. Tenia que refrescarme la cabeza y la gorra por el calor.Recuerdo en esa subida a Luis bichillorunner que estaba ese día sacándonos fotos decirme animo y sonríe, pero ya me costaba sonreír, aun así me dio ánimos a continuar. En ese instante supe la dureza de la carrera a la que me estaba enfrentado, ese fue uno de los errores que cometí ese día por mi inexperiencia.
una vez en la cruz de Timagada comenzaba la bajada hacia el roque bentaiga, donde estaba el segundo avituallamiento.A partir de este momento la carrera se complicó mucho, la bajada hacia el pueblo del Espinillo y la entrada en el barranco fue un duro rompe piernas, y tuve un problema del que no tuve constancia hasta que era demasiado tarde. El dispensador de agua de la camelback  estaba roto y había hecho que por el camino fuera perdiendo agua, y dentro del barranco del espinillo me quede sin agua, esperando que el tercer avituallamiento estuviera cerca, pero error, otro más, el no conocer el recorrido fue bastante duro.El calor pegaba de lo lindo , y yo aun a seis kilómetros del siguiente avituallamiento , y sin agua. Recuerdo que detrás de mi, un compañero que me adelantaba me dijo que las temperaturas casi alcanzaban los 36 grados, lo cual no me ayudó sino lo contrario. Una vez salí del Espinillo comenzaba otra larga y dura subida para dirigirnos hacia el chorrillo, mi ilusa mente me hacia ver que tras esa gran subida estaría el avituallamiento pero, la subida se me hacia más y más pesada. Mi cuerpo no podía más, me sentía muy débil mareado y con mucha sed, fue entonces cuando llegó un gran compañero y amigo el tenikerunner Fran Arbelo y me ofreció el poco de agua que llevaba en una botella y le quedaba a el. Me levante y tire con el hasta el chorrillo donde encontramos un chorro y llenamos las camelback.
Recargados con agua comenzó la subida hacia la solana , dura pero ya iba con agua aun asi tenia en mente abandonar nada más llegar , aquello se me quedaba  cada vez mas grande. Durante la subida fran sacó una bolsita de frutos secos y comimos mientras subíamos y hablábamos. 
Sacándome distancia Fran siguió mientras yo seguía a un ritmo lento y bastante cansino, aun a estas conseguí llegar al tercer avituallamiento donde tenia sales y plátanos, algunos corredores con los que me había encontrado en el camino estaban allí que decidían abandonar. Yo me lo plantee muy bien, pero decidí seguir por lo menos hasta el siguiente avituallamiento  que se encontraba a 6 km. El chico de la organización me dijo eso no es nada una pequeña subida y ya estas. Tenia razón no era nada si bajabas jajaja el cuerpo respondía muy bien y pude acoplarme a un corredor que la había hecho el año anterior y con el que seguiría hasta el final. Comenzaba la ultima gran subida para llegar al ultimo avituallamiento, Fran Arbelo tenia la delantera mientras el compañero, del cual no me acuerdo de su nombre; otro error. Una subida muy intensa y allí se encontraba el avituallamiento, y Tejeda a un palmo.El calor era horrible durante todo el trayecto oíamos  a las ambulancias para arriba y para abajo. Recargue nuevamente la camelback y otra vez me surgió el dilema si continuar o no. 

Llene parte de la camel con hielo, y me moje la frente con el para calmar el calor. Fran estaba sentado mientras, el otro compi de fatigas que me esperaba para continuar juntos hasta Tejeda. Recuerdo que le dije vamos Fran pero me negó con la cabeza y me dijo que allí se quedaba que el calor lo había fundido, y era cierto abandono por causa de un golpe de calor. Una verdadera lástima, pero aun así tuve que seguir adelante, comenzando la bajada hacia la meta.
Fue una bajada rápida pero con precaución debido a la fatiga y al cansancio acumulado, cada vez se veía más cerca Tejeda. Tras finalizar la bajada llegaba un llano de un kilometro para llegar a la meta, cruzando una pequeña  cuenca de un barranco. Allí había unas pequeñas charcas con musgo y metí la cabeza de lleno en una para refrescarme en el último km. Corríamos el compi y yo mientras todos nos gritaban y nos daban el ultimo empujón llegando a la meta en 7 horas 30 minutos. Fue el momento en el que pensé que este mundo no era el mio que yo no estoy hecho para este deporte, pero fue otro error de mi inexperiencia. a partir de ahi cada carrera que he hecho ha sido preparada a consciencia y lidiando los errores que en esta cometí, pero aprendi a luchar y a competir contra mi mismo.Mi medalla finisher no la hubiese conseguido sin el apoyo de Fran Arbelo( gracias compi esa medalla tambien es tuya), al apoyo logistico que me esperaba en Tejeda( Tomas, y familia), y nada que a pesar de esta mala experiencia por su dureza espero repetirla.

jueves, 9 de diciembre de 2010

K42

foto: bichillorunner canarias
 
Tras dos meses de preparación junto a mi primo para la trans, decidí debutarme en la k42 gran canaria, no solo era mi primera carrera sino que además seria la primera vez que correría una distancia de 44km sin parar. Antes de esos dos meses no había hecho mucho ejercicio, por no decir prácticamente nada, aun así me atreví a dar el paso.
Muchos me recomendaron que no la hiciera hasta que no estuviera más preparado, pero, hice caso omiso y me lancé a la aventura. El 3 de abril llegó mi momento, y los nervios me comían de arriba abajo, no sabia en lo que me metía.
Observaba a todos los participantes, y más miedo me daba el estar allí. Mi primo que me calmaba tras realizar la transgrancanaria sur-norte de este mismo año no podía consolarme pues, mi cabeza me decía que no se que hacia allí. El momento de la gran salida llegaba, y la tensión se notaba cada vez más fuerte, me imaginaba entrando en la meta y eso me ayudó a no retirarme.
foto: Alberto R. Cardona
La  cuenta atrás empezó y veía a mi alrededor a todos los participantes ansiosos, dando saltitos y yo sin saber que hacia. El cero llego y la salida comenzó, todos corrían mientras un helicóptero a baja altura nos sacaba fotos. Empecé manteniendo el ritmo mientras mi primo poco a poco se marchaba quedándome atrás, ahí fue cuando mi único objetivo seria acabar aquella carrera.
Después  de unos 500 metros entramos en tierra, la subida del barranco hacia la machacadora y posteriormente hacia arteara. Me sentía muy bien, muy cómodo, algunos corredores que me adelantaban me daban ánimos y más ganas me daban de seguir. Tras pasar la machacadora estaban esperándome familiares, en especial mi prima (cris) que animaba a mi primo y a mí, y un gran amigo (tomas), que no cesaron en toda la carrera de apoyar.
Alcé la mirada y veía en la lejanía a los primeros subiendo a lo lejos el camino de arteara, pero aun así no me desmotive seguí a mi ritmo ‘’al golpito’’, llegando al primer avituallamiento en una hora y 33 minutos. Recuerdo que pase el chip y le di ánimos a un compañero de la modalidad de 21km y el me contesto que más ánimos para mi, que me quedaba la parte más dura.
No me mentía, tras pasar el primer avituallamiento me encontré un grupo de la organización indicándome hacia la izquierda la mega subida de arteara. Nunca antes había visto esa parte del tramo, así que me arme de valor y comencé a subir, mi sorpresa fue que hubo partes en las que  tenia que apoyarme en el suelo para poder seguir subiendo. La cima parecía cerca y una vez en ella el llano llegó, pero no por mucho otra subida nos esperaba.
Superadas ambas subidas el camino del diablo así es conocido, era una alternancia de grandes llanos, pequeñas subida y, bajadas entrelazadas. Lo único que me rondaba la cabeza era el poder terminar antes del cierre de meta, pero una vez llegué al segundo avituallamiento, me refresque con fanta de fresa y me animaron los miembros de aquel avituallamiento. La bajada a Ayagaures llegó y mi cuerpo empezó a darlo todo (dentro de mis posibilidades de entonces). La bajada fue rápida, pues quería sacar algo de ventaja  a los corredores que venían detrás desde la subida, y así fue. Veía Ayagaures a lo lejos a la vez que bajaba el camino de la manzanilla hacia la presa de las Gambuesas.  Allí me esperaba mi apoyo, era el último avituallamiento antes de la meta y antes del duro barranco de los Vicentillos. Me encontraba muy bien físicamente, con ganas de seguir y llegar. Llegado al barranco de los Vicentillos después de subir el último repecho mi ritmo y mi cuerpo comenzó a fallarme, los dolores y molestias físicas me mataban, pero una vez allí dentro había que salir terminando el barranco, pues era imposible que nadie me ayudara allí.

Era el último esfuerzo, apenas pude correr, las piedras me destrozaban los tobillos, aun así ese tramo si lo conocía y pude mantener la cabeza firme hasta llegar a la parte de tierra a dos kilómetros de meta. Empecé a correr nuevamente hasta ver la meta de lejos, mis piernas temblaban ya de emoción, el reto estaba apunto de ser superado. Podía escuchar la megafonía de la organización de algunos corredores que llegaban antes que yo, mientras salía del barranco. Todos los que allí estaban me gritaban para darme el último empujón para entrar en la meta. Llegaba, y las lágrimas se dejaban ver en mis ojos de la emoción al ver a mi familia. Entre en meta y me derrumbe unos segundos con mi medalla finisher en el cuello, sin asimilar que había logrado, fue mi inicio en este deporte. No pude hacerlo sin el apoyo; de mi primo y compañero Rayco, mi prima y apoyo Cristina, mi amigo Tomas, y demás familia que aguanto mis 6 horas y 59 para verme alcanzar mi objetivo, muchas gracias equipo.